Pasaron los días. Siete meses después, cuando fui a visitar a Valdemar para ver que tal iba su hipnotismo, para mi sorpresa no lo encontré en cama, rápidamente pregunte a los enfermeros Que había pasado, pero ninguno me dio una respuesta concreta. Podría apostar que estaban hipnotizados.
Pasamos la lista y todos notamos que faltaba el Doctor L, quien desde un principio había mostrado un gran interés por el experimento, un interés algo personal.
En busca de aquel doctor, fuimos al hospital y nos sorprendimos una vez más al ver que en la entrada no había espacio para nosotros, toda la prensa del país estaba allí. Preguntamos a un espectador que sucedía y este entusiasmado nos dijo:
- Hoy el Doctor L presenta su caso. Por fin conoceremos al hipnotizado!
- Que? Quien ha comentado eso? – Pregunte
- No lo sé, pero continuamente presentaban anuncios en TNT de aquel “muerto viviente”.
- Muerto viviente? No lo puedo creer.
- Hoy el Doctor L presenta su caso. Por fin conoceremos al hipnotizado!
- Que? Quien ha comentado eso? – Pregunte
- No lo sé, pero continuamente presentaban anuncios en TNT de aquel “muerto viviente”.
- Muerto viviente? No lo puedo creer.
Todo indicaba que el Doctor L mantenía a los medios al tanto de que sucedía con aquel caso que acordamos seria confidencial. En el interior del centro estaba la policía manejando a aquellos “Fans” del Doctor que no podían esperar a que iniciara lo que parecía ser un “Show”.
Al conversar con la policía y explicarle lo que sucedió, solo recibimos ofensas y burlas. La policía no creyó nuestra historia y nos aclaró que “el único responsable del experimento era el Doctor L”. Inmediatamente inició el show y allí estaba el Doctor acompañado de Valdemar, quien tenía apariencia de cadáver.
Desde el publico intenté despertar a Valdemar y milagrosamente lo logre, pero una vez volvió en sí, sus signos vitales desaparecieron, cayendo en el piso muerto. Recordando lo que minutos antes nos dijo el policía: “el único responsable del experimento es el Doctor L”, nos retiramos del lugar para no tener nada que ver con aquella muerte.
A la mañana siguiente leímos los periódicos donde cada encabezado decía: “Apresan al reconocido Doctor L pos fraude y asesinato tras negligencia médica”.
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