Todos dicen que los jóvenes son el futuro de la sociedad, pero ¿Qué sucede cuando estos en lugar de aportar, nos restan? Si la familia es el núcleo de la sociedad (la que forma a la juventud), se supone que debe contar con las herramientas necesarias para hacerlo. Pero imaginemos que, aquella familia esta dirigidas por niños que no están ni psicológica, económica, física o mentalmente preparados para ello. Tomando todo lo dicho anteriormente, cabe decir: El Embarazo Extemporáneo, problema que sacude a la juventud dominicana.
En la República Dominicana son muchos los casos de adolescentes que tienen que dejar su juventud prematuramente por la irresponsabilidad de sus actos. “En este año 13,975 adolescentes menores entre los 15 y 19 años se han convertido en madres"[1]. De acuerdo con esto, parece ser que el país está sufriendo una epidemia que afecta a nuestros adolescentes, cohibiéndolos de la preparación necesaria para darle cara a la vida. Al traer a una nueva criatura al mundo, nos comprometemos a cuidarlo y ayudarlo en su crecimiento, pero ¿Cómo lo hacemos si nosotros mismo aun no hemos concluido dicho proceso?
Debemos pensar en las consecuencias que trae tener relaciones sexuales, ya que si concebimos un hijo y no estamos preparados para ello, podríamos desatar un caos. “Esto puede desencadenar un conflicto psicológico, en tanto la madurez biológica no corresponda una determinada madurez psicológica”[2]. Hay quienes no están físicamente preparados para que su cuerpo sufra los cambios que conlleva tener a una criatura en nuestro vientre. Al mencionar esto, sobraría decir que tampoco cuentan con la madurez suficiente para enfrentar dicha situación que, por lo tanto se convertiría en un problema.
“Los adolescentes requieren un largo proceso para llegar a ser autovalentes, por lo que es necesario que este periodo no se vea perturbado por la aparición de un embarazo”[3]. Cada analista que realiza investigaciones sobre el tema llega a la conclusión de que los adolescentes nunca estarán preparados para cargar con dicha responsabilidad. Al darle vida a un nuevo ser, lo están condenado a continuar con la cadena de mediocridad con que están atadas las familias de aquellas jóvenes madres. Estas deben primero pensar en culminar sus estudios, prepararse para la vida y entonces, solo luego, pensar en formar una familia.
En conclusión ¿Qué hacer para que esta epidemia no se continúe propagando? Ya que está claro que los jóvenes no están preparados para dicha responsabilidad, lo correcto sería orientarlos a tiempo. No estaría de más que luego de leer este análisis, tomáramos conciencia sobre el tema y evitáramos cualquier tipo de desliz carnal que podría traer como consecuencia un embarazo extemporáneo. También deberíamos colaborar con las jornadas de concientización sobre el tema que dirige salud pública en el país, para así disminuir el gran índice de embarazos presentes en República Dominicana. Vivir plenamente cada etapa de la vida sería la mejor forma de llegar a la madurez con el desarrollo suficiente para enfrentar todas las situaciones que se presentan.
[1] Batista, Lisania. “Un 29% partos que registra el país son de adolescentes”. Diario Libre. Octubre 2010.
[2] Gisper, Carlos. Pedagogía y Psicología. Barcelona. Océano grupo editorial. 1984.
[3] Sáez, Viviana. Embarazo y adolescencia. Diciembre 2005. Revista cubana Obstet Ginecol. http://www.bvscuba.sld.cu/
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