Este cortometraje muestra (desde ambos puntos de vista) la forma en que dos personas se conocen. Estos dos personajes en forma de soliloquio nos cuentan lo fácil con que una chica podría malinterpretar un acto de cortesía o de las tantas cosas que piensa un chico antes de presentarse: “Que hago?”.
Nos hace pensar en cómo los seres humanos nos podemos enamorar tan solo con una mirada, o como es el caso, planear toda una vida; eso se interpreta al momento en que ambos caminan para encontrarse, pero cuando gana la timidez, solo logran sostener un dialogo imaginario donde surge la pregunta: “Como llamaremos a nuestro hijo?”.
El video me pareció interesante y a la vez cómico, ya que al analizarlo nos hace pensar si en realidad ella sería su verdadero amor, y rápidamente lo relacionamos con sucesos personales parecidos a este. Nos preguntamos si se volverán a ver o si él cumplirá con su palabra: “Algún día volveré y formaremos una familia”. O ella: “Siempre te esperare amor mío”.
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