- - En este momento no quiero ninguno de tus preciosos consejos. Déjame tranquila. He! Hombre! Suelta la mano izquierda. Me oyes?
Fue ahí cuando entonces aquel hombre recapacito de las verdaderas intenciones de aquella mujer que por tantos años había aguantado. Su rabia, al ver las cosas con claridad lo incitaron a bajar del árbol y agredir a la mujer que ya padecía de edad avanzada, dicha accion podría ser su muerte segura, pero en lugar de ello, el doctor (su esposo) se interpuso, salvando así a la Vieja Zorra y golpeando fuertemente a Gonsuké con aquel botiquín que tanto llevo en sus espaldas en todas las visitas medicas que hacía con su amo.
Al momento después que Gonsuké reaccionó, los médicos le informaron a Vieja Zorra y a su esposo que este joven padecía de amnesia. Para aquella pareja el haber recibido la noticia de que aquel joven despertó ya era un alivio, ya que de lo contrario tendrían problemas con las autoridades de la ciudad. Minutos después Vieja Zorra (con la sabiduría que la caracterizaba) analizó la situación y llego a la conclusión de que lo mejor sería hacerle creer al joven que él era su hijo, que había vivido un tiempo en el campo, pero que ya estaba devuelta a la ciudad. El doctor que ni voz ni voto tenía en esta situación (en ninguna para ser exactos) no pudo parar aquellas locuras de su esposa, aunque admitió que les convenía a los dos, ya que si Gonsuké se enteraba de la verdad podría demandarlos por los abusos, agresión y los 20 largos años de trabajo sin paga.
Tiempo después cuando aquel plan marchaba a la perfección, Gonsuké sospechaba que algo iba mal, y para mantener dicho engaño, aquella pareja de esposos le pusieron su apellido a aquel joven que una vez fue su sirviente, convirtiéndolo así en su único hijo. Para sorpresa de todos a la mañana siguiente el doctor salió de casa como era costumbre y al llegar a su primera visita del día, fue atropellado por un auto accidentalmente, lo curioso de esto fue que el auto lo conducía su esposa, quien rápidamente intentó ocultar el cadáver, pero al ser descubierta tirándolo por un cañaveral, los nervios la dominaron y se echó a la fuga luego de aparecer en dicha escena tan comprometedora.
Los policías, para actuar de prisa, dispararon, atinándole justo en el corazón, lo que parecía ser una muerte instantánea.
Tras Gonsuké creer que habían muerto sus padres, entró en una depresión muy fuerte por aquella noticia, lo que hizo que recuperara su caja de recuerdos, pero esta vez de los verdaderos recuerdos que aquella pareja despiadada le había quitado. Decidió no contar la verdad a nadie para así poder reclamar su herencia la cual disfrutó por largo tiempo, pero que, al momento de su muerte, decidió donarla a jóvenes campesinos para que en su sueño de venir a la ciudad, una pareja de estúpidos no se atravesaran su camino.